Día del Himno: por qué se celebra el
11 de mayo -
El Día del Himno se celebra el 11 de mayo porque ese mismo día, la canción de Vicente López y Planes con música de Blas Parera fue elegida por la Asamblea Constituyente de 1813 como marcha patriótica para ser cantada en todos los actos públicos.
Con su
música inspirada en Mozart y Haydn, el Himno Nacional es, con sus más de 200
años, la partitura clásica más antigua del país. Y los investigadores
argentinos lo consideran como la base fundacional de la música académica del
país.
Su historia
comenzó cuando la primera Asamblea Constituyente encargó al abogado, escritor y
diputado López y Planes una marcha patriótica. Y él solicitó la música al
catalán Parera, que trabajaba en Buenos Aires como director de orquesta,
profesor y organista en iglesias.
Se cree que
la primera vez que se cantó fue en la casa de Mariquita Sánchez de Thompson, en
una gala realizada el 14 de mayo de 1813. Y que incluso la anfitriona habría
entonado las primeras estrofas, mientras que luego se le habría unido el resto
de los invitados.
En el Museo
Histórico Nacional de la Ciudad de Buenos Aires se conserva la única partitura
original. Contiene sólo la parte del piano y se considera que fue escrita de
puño y letra por Blas Parera, ya que fue donada en 1916 por las hijas del poeta
Esteban de Luca, que había estudiado con el creador de la música.
La letra
destaca la libertad y la igualdad por sobre todas las cosas. “Oíd, mortales, el
grito sagrado: libertad, libertad, libertad. Oíd el ruido de rotas cadenas, ved
en trono a la noble igualdad”, empieza la estrofa inicial.
Sin embargo,
el largo poema original no se canta como hace más de dos siglos. En cuanto a la
música, el prestigioso compositor y pianista argentino Juan Pedro Esnaola hizo
los arreglos para canto y piano en 1860, dándole al Himno Nacional su versión
tal como se entona hoy en día.
El 24 de
abril de 1944, un decreto designó al Himno Nacional como un símbolo del país.
Así, la marcha patriótica creada por López y Planes y Blas Parera se sumó a la
Bandera celeste y blanca creada por Manuel Belgrano y el Escudo nacional,
reproducción fiel del sello de la Asamblea Constituyente de 1813.
En el mismo
decreto se fijó el texto definitivo del himno y se estableció que se cantaran
los cuatro primeros versos de la primera estrofa, los cuatro últimos de la
novena estrofa y el coro solamente al final, aunque originalmente iba detrás de
cada estrofa.